Sunday, May 02, 2021

Las memorias fantásticas


 


Por: Jesús Heriberto Navarro S.

@jesusheriberto


La confesión del secreto es una obra que resplandece con claridad en un cielo poblado de estrellas, apunta Mario Lamo Jiménez. “…no se necesita un telescopio para encontrar esta estrella polar de la literatura colombiana”, escrita por Enrique Santos Molano.

La confesión del secreto, es una ambientación perfecta a la novela que, con alfarería intelectual, narra cómo se desarrolla el Nariño que llegaría a ser el precursor de la independencia de Colombia. La traducción encubierta de “Los Derechos del Hombre y del Ciudadano”, le abrió el portón de la historia a Antonio de la Santísima Concepción Nariño y Álvarez.

El origen de las ideas revolucionarias de la época y su influencia en aquellas personas que ayudaron a crear este proyecto de patria. Nariño pare el comienzo de las ideas revolucionarias de la época y su dominio en aquellas personas que arrimaron el hombro a fundar este proyecto de patria, según Santos Molano.

Ayer cuando un grupo de manifestantes derribó la estatua de Antonio Nariño, ubicada en la plaza de Nariño, en Pasto, sur del país queda meridianamente claro la incoherencia de un torrente de gañanes vomitando bilis y mascando odios, construyen caminos tiránicos empedrados de cantos de sirenas.

Lamentaba esta mañana Alejandro Santos Rubino en un certero trino: Antonio Nariño, el colombiano más grande de todos los tiempos, dedicó su vida para que la gente tuviera el derecho a expresarse. Hoy, quienes ejercen ese derecho a la protesta --que él conquistó con sangre, cárcel y exilio derriban su estatua en Pasto.

Las hojas sueltas en las que estampó aquel texto fundamental, la persecución a la que fue sometido por las autoridades españolas –que consideraron facineroso y subversivo el impreso- le dieron el título de Precursor de la Independencia; se le adiciona hoy el llamado a la violencia de políticos despreciables que viven del engaño y de la estafa.

 

ESCOLIOS: Señala nuestro admirado amigo el General(r) Rafael Alfredo Colón, en torno a Nariño, que la Historia en su justa medida lo puso en la cima y unos vándalos llenos de odio, hoy lo pisotean.

Wednesday, April 02, 2008

Le escuchaba con atención por estos días a Onelio Olivera y Omar Pozo Crespo un criterio que identifica a nuestro que hacer Caribe, que si me lo permiten, es más a nuestra manera de ver un estado del alma.


Onelio y Omar, expresan: “…En el Caribe se unen, se entrelazan y se yuxtaponen las más complejas influencias culturales latinas, africanas, anglosajonas y asiáticas en un espacio geográfico marcado por choques, encuentros y mutuas transculturaciones que dieron origen a un nuevo elemento de semejanza especifico para toda la región y donde las diferencias existentes, y otras que nos quieren imponer, como la barrera lingüística, no han sido impedimento para que la diversidad de culturas que forman nuestro universo cultural, conformen al mismo tiempo nuestra identidad”

Aunque la historia reseña a través de los tiempos, miscelánea de secuestros a tal nivel, que este fenómeno trascendió a las obras cumbres de la literatura épica como La Iliada y la Odisea, religiosas; la Bíblia de los Cristianos, el Corán de los Musulmanes y el Torá de los Judíos. Hasta el Baga Bagdita, libro sagrado de los Bedas escrito en el año 7000 AC ya registraba hechos de secuestro.

Pero esa no es la razón de lo humano, esa no es bandera del cambio, esa no es la meta de un revolucionario y su práctica desdibuja la lucha por los pueblos, por el contrario, los oprime y esclaviza. Por tanto es incompatible con el cambio por la búsqueda de la Paz y la Verdad.

Sufrimos por los cientos de secuestrados en Colombia y clamamos en un auténtico llamado para que terminen prontamente estos crímenes a la vida que intiman y ponen precio al ser humano.